miércoles, 16 de enero de 2013

PRUEBAS GENÉTICAS


Las investigaciones en genética han aportado también multitud de pruebas. Al comparar los cromosomas de la especie humana con los de los grandes primates, chimpancé, gorila y orangután, se observa una gran homología en cuanto a tamaño, posición del centrómero y bandas teñidas con giemsa. La única diferencia notable es que la especie humana tiene 23 parejas y los primates 24. No obstante, cada uno de los dos brazos del cromosoma 2 de la especie humana, metacéntrico, se puede considerar homólogos a dos cromosomas acrocéntricos de estos primates. Probablemente, en la línea evolutiva que condujo a la especie humana, los dos cromosomas acrocéntricos se fusionaron para dar lugar a dicho cromosoma 2.
Un aspecto a tener en cuenta es que la cantidad de información genética de los seres vivos ha tenido que ir aumentando a lo largo de la evolución. Al hablar de la estructura de los cromosomas, vimos que una de las modificaciones estructurales y numéricas consiste en la duplicación de cromosomas completos o de segmentos de cromosomas. Para pasar del ADN de una bacteria ancestral a la de un mamífero bastaría con ocho o nueve duplicaciones del ADN. A lo largo de unos 3 500 millones de años, ello supone una duplicación cada 300 ó 400 millones de años.

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