lunes, 25 de marzo de 2013

El zorro ártico



Sus orejas son pequeñas y redondeadas para evitar la pérdida de calor corporal por ellas. Sus patas son cortas también para que no queden demasiado desprotegidas y todo su cuerpo está cubierto por un pelaje denso y tupido que le protege de las bajas temperaturas. Las plantas de las patas están recubiertas de pelaje para aislarles del frío. Durante el verano, cuando la nieve escasea, su pelaje se vuelve pardo y sólo es blanco por el vientre.
Con la llegada del invierno y con el objetivo de camuflarse perfectamente entre la nieve, todo su pelaje se vuelve completamente blanco, lo que le permite escapar de los ataques de los osos polares y de las aves rapaces, sus principales depredadores. Su cola también es larga y tupida y, cuando se tumba, la enrolla alrededor del cuerpo para conservar su calor. 

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